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¿Y si combatimos COVID-19 como se combaten los incendios?

El escenario perfecto para un incendio es aquel donde existen áreas con bastante vegetación seca; luego, el viento ayudará a que el incendio crezca descontroladamente. Comenzarán a aparecer oleadas de víctimas y los bomberos y hospitales tendrán que utilizar todos sus recursos para controlar la catástrofe.

Existen muchas similitudes entre el crecimiento de un incendio y el crecimiento de contagios del COVID-19.

El combustible es la población

Así como el incendio necesita material combustible para quemar y hacerse más grande, la infección del COVID-19 necesita personas para contagiar y difundirse. Sin personas que infectar, el virus no tendría manera de seguir esparciéndose.

El terreno donde avanzará el COVID-19 está dado por el trazo urbano de las diferentes localidades. En la siguiente ilustración se representan con trazos más separados y otros con trazos más compactos.

grilla

                  

La vegetación seca y concentrada es la densidad poblacional (personas/m2)

El incendio avanzará más fácilmente a través de áreas con mucha vegetación seca y concentrada, que en áreas donde casi no haya vegetación y exista mucha separación entre ella. De manera similar, el COVID-19 se contagiará rápidamente en zonas donde hay muchas personas reunidas en un mismo lugar, ya sea un supermercado o territorios con alta densidad de población.

Es posible elaborar mapas donde se localicen los diferentes niveles de densidad poblacional a nivel municipio, códigos postales o colonias, como se muestra en la siguiente ilustración. Los puntos rojos representan a las personas infectadas.

población

      

El viento que esparce el incendio es como el flujo de personas

En un incendio aparecen condiciones desafortunadas: ocasiones donde el viento arrastra el fuego hacia zonas que no se habían incendiado, y que además arrastra vegetación seca a la misma zona, aportando más combustible para quemar. Esto crea un ciclo caótico, donde se mezcla más fuego con más combustible, alimentando al incendio y acelerando su crecimiento indefinidamente a menos que se interrumpa.

Durante el COVID-19 también se presentan condiciones desafortunadas: personas infectadas que buscarán ir a un mismo lugar para recibir atención, dejando una estela de contagiados alrededor de ellos. El flujo de la población que pase por el mismo lugar será un medio de transporte para el virus, llevándolo con ellos a sus destinos cotidianos. Esto crea un ciclo de infección, donde las personas se cruzan con portadores del virus y usan áreas comunes contaminadas, para después llevar el virus a sus trabajos y hogares, esparciéndolo y acelerando su transmisión.

El transporte colectivo y lugares populares representan focos de alta densidad poblacional temporal. En la siguiente imagen se representan con una alta densidad de puntos.

concentración

Eventualmente aparecerán brotes de infección y cadenas de contagio que esparcirán el virus con más agresividad a sus alrededores, representado en rojo a continuación.

brotes 2

  

Hospitales recibiendo oleadas de víctimas

Siguiendo con la analogía del incendio, las víctimas comenzarán a llegar en oleadas, donde cada persona tendrá quemaduras de diferentes grados: algunos con heridas leves y otros en estado crítico. Si se tiene una capacidad médica limitada y los pacientes llegan constantemente en grandes grupos, será difícil organizarlos para darle a cada persona la atención que requiere antes de que sea demasiado tarde.

En la infección del COVID-19 habrá infectados con síntomas leves que pueden recuperarse por su cuenta naturalmente, pero también habrá infectados en estado crítico que necesitarán cuidados intensivos. Si acuden al hospital oleadas de pacientes con condiciones diferentes, una tras otra, será difícil enfocar la poca atención especializada disponible.

Esto se ve representado en el siguiente diagrama:

1. Separar pacientes con padecimientos leves de los pacientes graves,

2. para tener menos sobre-carga en hospitales,

3. y reducir la mortandad por una mejor atención de cuidados intensivos.

diagrama

(1. Separar pacientes con padecimientos leves de los pacientes graves. 2. Menos sobre-carga en hospitales. 3. Menor mortandad por mejor atención de cuidados intensivos.)

Perder o ganar en la línea de fuego

En un incendio, llevar bomberos sin la protección o sin la formación especializada sólo empeorará la situación, no por su falta de valentía y esfuerzo, sino por la naturaleza agresiva del fuego que quemará lo que no está protegido para no quemarse.

Ante lo contagioso del COVID-19, el personal médico que no cuente con la protección suficiente o la capacitación especializada sólo aumentará el número de víctimas, no por su falta de valentía y buenas intenciones, sino por la alta capacidad de contagio del COVID-19 que contagiará lo que no esté protegido para no contagiarse.

     

¿Cómo se vencen los incendios?

Lo más importante al pelear con un incendio es:

1. Información adecuada

Sin la información suficiente en el tiempo adecuado sería como combatir el fuego con los ojos vendados. ¿Dónde está? y ¿hacia dónde avanza? son preguntas clave que hay que responder periódicamente para conocer el estado del incendio.

2. Comparar la capacidad de los contrincantes

El ganador será aquel con mayores capacidades. Es necesario reconocer la capacidad destructiva del incendio, la cual aumenta cada minuto y compararla contra la capacidad que se tiene para combatirlo. ¿Cuánto capacidad nos falta? ¿Está creciendo nuestra capacidad? ¿Quién demuestra mayor capacidad para seguir avanzando?

3. ¿Cómo terminar un incendio instantáneamente?

Existe una manera de terminar un incendio casi instantáneamente. ¿Has visto las redes de tuberías y aspersores de agua que forman cuadrículas en toda la superficie de los techos de las oficinas, bodegas y otras edificaciones? Esas redes de tuberías son sistemas contra incendios. Cuando el sistema contra incendios se activa, simultáneamente en todas las áreas de la cuadrícula de tubería se apagan las llamas y se mojan las cosas que podrían haberse quemado. Los incendios se vencen dejándolos sin combustible y apagando todas las llamas lo más pronto posible.

sprinkler

      

El crecimiento acelerado del COVID-19 vs. los sistemas de respuesta tradicionales

Para explicar la capacidad destructiva del COVID-19 imagina un dragón de 3 cabezas que escupe fuego. Ahora imagina que de cada cabeza le crecen otras 3 nuevas cada día. Al pasar el primer día, el dragón tendría 9 cabezas, pero al segundo día ya tendría 27, cada día multiplicando su poder destructor (a ésto se le conoce como crecimiento exponencial). Este es el dragón del COVID-19.

Por otro lado, ahora imagina que tienes que avisarles a los 127 millones de mexicanos que habitan el país lo que tienen que hacer para evitar perder contra el dragón de mil cabezas. Dado que se requiere coordinar a millones de personas inevitablemente se presentarán demoras. En ocasiones las filas de demoras pueden ser también exponenciales.

Cada día que pasa sin que los 127 millones de pobladores hagan caso de las recomendaciones y acumulando todas las demoras que puedan presentarse, las cabezas del dragón se seguirán multiplicando pudiendo provocar que jamás se logre controlar el incendio.

El peor escenario es un crecimiento exponencial del daño contra una acumulación de demoras exponencial en la reacción y tiempo de respuesta.

  

¿Cómo derrotar una amenaza así?

Para poder hacer frente a algo así de masivo se necesita igualmente una red masiva que actúe como un sistema nervioso extendido en toda la extensión del organismo, el cual tenga más alcance que la extensión del incendio.

La red masiva y extensa permitiría tener retroalimentación rápida y sin demoras de los comportamientos del incendio en múltiples ubicaciones y conocer hacia dónde avanza, para poder asfixiarlo desde todos los frentes posibles y al mismo tiempo. (así como la red cuadriculada de tuberías y aspersores contra incendio)

Es debido a todas las analogías descritas que en un incendio en un edificio no es más efectivo que venga un equipo de bomberos y que intenten apagarlo extinguiendo habitación por habitación. Para apagarlo inmediatamente activas la red extensa cuadriculada de tuberías y aspersores distribuidos en todo el edificio para extinguirlo y desactivar el combustible de manera instantánea.

Si la naturaleza de la situación a vencer será extensiva en casi toda la población, estructurar una red temporal de aliados distribuidos en toda la población es la única manera de lograr retroalimentación instantánea sin acumular exponencialmente demoras. Cualquier otra cosa no alcanzará la extensión necesaria para equipararse con la extensión poblacional que sí logrará COVID-19.

     

La red distribuida que muestrea y retroalimenta el COVID-19 en la población

La pandemia de COVID-19 es un reto que requiere que la población actúe de manera extensa e inmediata. Se necesita una red distribuida de cobertura total para poder diagnosticar la situación a nivel local, poder tomar las acciones necesarias y analizar los resultados para ajustar las medidas rápidamente.

Tomemos por ejemplo el caso de Nuevo León con una población aproximada total de 5.5 millones de habitantes.

La zona metropolitana de Nuevo León está conformada por los siguientes municipios: Monterrey, Guadalupe, San Nicolás, Apodaca, Escobedo, Santa Catarina, García, San Pedro, Cadereyta, Santiago, Juárez y Salinas Victoria.

Si se analiza por polígonos territoriales nos podemos dar una idea de la cantidad de nodos que se pueden emplear, por ejemplo el municipio de Monterrey:

  • cuenta aproximadamente con 1.2 millones de habitantes
  • pero se agrupan en aproximadamente 375,000 viviendas
  • las que a su vez se agrupan en aproximadamente 821 códigos postales

Si la red distribuida en un municipio de la zona metropolitana de Monterrey se estableciera en grupos de 8 códigos postales c/u, para el caso del municipio de Monterrey se requerirían aproximadamente sólo 100 nodos de colaboración para barrer o muestrear y retroalimentar a 1.2 millones de habitantes. Esto puede hacerse para cada municipio y conformar redes regionales para facilitar el control basado en el entendimiento en tiempo real de lo que está sucediendo.

Una red así en cada municipio nos permitiría contar con información más adecuada y con menor tiempo de respuesta para entender las condiciones que provocan la agresividad y la extensión de la infección y la efectividad de las medidas que se están tomando. De esta forma tendríamos información más precisa y actualizada. Los brotes infecciosos podrían localizarse más rápidamente y las acciones de contención podrían dirigirse de manera más localizada y efectiva.

Para fines ilustrativos se muestran diferentes municipios seccionados en pequeños elementos conectados a un centro de control temporal para la lucha contra el COVID-19:

 

monterrey 3

escobedo 3

apodaca 3
        

Plan local de 5 módulos para controlar velocidad de contagio y mortandad de COVID-19

A partir de analizar reportes técnicos y científicos internacionales contra la pandemia, ensamblamos el siguiente plan lógico que reúne algunas de las prácticas que según los estudios ofrecieron mejores resultados. La intención es que sirva como una perspectiva adicional a los tomadores de decisiones encargados de liderear las estrategias para combatir el COVID-19.

El plan no se basa en iniciativas, es decir, se enfoca en los fines en lugar de solo enfocarse en los medios. Los medios deberán ser adaptativos en función de lo que demuestra la evidencia.

El plan se basa en impactar directamente a 4 parámetros que serán bastante reales en la población:

  • Reducción del número reproductivo efectivo (Rt) (a cuántos infecta cada infectado)
  • Reducción de la tasa de mortandad (cuántos mueren del total de infectados)
  • Aumento de cumplimiento de medidas de prevención en zonas de alto riesgo
  • Reducción de la falta de capacidad requerida

El plan contiene solamente 5 módulos complementarios para que resulte práctico y ejecutable:

  1. Generación de capacidades de combate
  2. Desarrollo de mapas de riesgo
  3. Puesta en marcha > Implementar, medir, entender, corregir, repetir
  4. Procurar la seguridad hospitalaria
  5. Controlar las aglomeraciones temporales constantes

A continuación se describen cada uno de los 5 módulos del plan.

Generación de capacidades de combate

1. Tener una estimación de la curva epidemiológica local para tener una idea de la cantidad de camas de hospitales, respiradores, doctores, enfermeros y recursos necesarios para el orden social. Sin las estimaciones no se pueden dosificar los recursos disponibles ni conocer los que harán falta.

2. Reclutar a los colaboradores ciudadanos de la red extendida de nodos para la comunicación, implementación y retroalimentación o implementar call centers masivos. La red funcionará como el sistema nervioso de la localidad  enviando y recibiendo información desde todas las zonas y actuando como la red de aspersores de agua para combatir los incendios.

3. Establecer el centro de control (sistema nervioso central) que concentrará la información de los nodos para analizar, corregir y comunicar constantemente hacia los nodos. El centro de control constantemente revisará lo que sucede contra lo que se planeaba para corregir sistemáticamente y eventualmente ganar.

  

Desarrollo de mapas de riesgo

4. Seccionar las localidades distinguiendo las zonas territoriales que tienen las mayores probabilidades de riesgo.

5. Según las investigaciones, los siguientes factores son los que determinan cuáles son las poblaciones más vulnerables y que tienen mayor probabilidad de generar brotes y cadenas de contagio:

  • Alta densidad de población
  • Adultos mayores de 60 años
  • Mujeres embarazadas
  • Personas con obesidad*, diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, afecciones respiratorias o del sistema inmunológico.
  • Alta mezcla de población adulta con población de adultos mayores
  • Alta mezcla de población adulta con población con obesidad, diabetes, hipertensión, embarazadas
  • Brotes por personas asintomáticas
  • Brotes y cadenas de contagio en hogares por personas en cuarentena deficiente
  • Brotes y cadenas de contagio en centros de salud
  • Brotes y cadenas de contagio en transportes colectivos
  • Brotes y cadenas de contagio en mercados, centros de esparcimiento y restaurantes

*En México, padecen de obesidad 7.5 de cada 10 adultos (de 20 años o más), 3.8 de cada 10 adolescentes (12-19 años) y 3.5 de cada 10 niños (menores de 11 años). Así lo reveló la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018.

6. Identificar y priorizar los polígonos poblacionales de mayor a menor probabilidad de riesgo en función de los factores mencionados.

A continuación se muestran, de manera ilustrativa, mapas de diferentes municipios con diferentes intensidades de: cantidad de adultos mayores de 60 años y densidad de población.

población

densidad

 

Puesta en marcha > Implementar, medir, entender, corregir, repetir

7. Anticipar e invertir los mayores esfuerzos enfocados en las zonas de mayor riesgo para confirmar que el 100% de la comunidad:

  • Conoce y practica las medidas de higiene y prevención
  • Conoce y practica las medidas de distanciamiento social y reducción de actividad
  • Conoce y practica las medidas adecuadas en caso de contar con un habitante sospechoso o contagiado de COVID-19

8. Monitorear las infecciones que aparecen en los mapas de riesgo para conocer porqué el numero de reproducción de contagio aumenta o baja; y reconocer lo que no está funcionando como se planeó e intentar mejorar hasta que la evidencia así lo demuestre.

9. Tener registros de los casos localizados y anticipados para ayudar a su correcto aislamiento y clasificación de severidad para evitar que lleguen oleadas de pacientes revueltos al sistema de salud.

Esto se ve reflejado en el siguiente diagrama: (1) Alejar y separar del “incendio” al “combustible” (gente), (2) delimitar “incendios” (brotes) para evitar que se extiendan y de esta forma, (3) reducir la velocidad del “incendio” con menos mortandad.

ciclo 2.5

     

Procurar la seguridad hospitalaria

10. De ser posible, acondicionar instalaciones permanentes y temporales con capacidades suficientes para las atenciones médicas de los casos leves y así ayudar que los hospitales especializados se concentren en los pacientes graves. Con instalaciones especializadas será más fácil controlar la contaminación cruzada y contagios grupales.

11. En todas las instalaciones de salud establecer controles de movilidad grupal controlado con las siguientes zonas bien especificadas y controladas:

  • Zona de pacientes contagiados
  • Zona de transición
  • Zona limpia
  • Pasillos separados para pacientes y doctores

12. Medir y corregir el contagio hospitalario. De lo contrario será una de las cadenas de contagio más importantes.

Se muestra a continuación un municipio con localización meramente ilustrativa de hospitales concurridos.

hospitales

      

Controlar las aglomeraciones temporales constantes

13. Establecer mayores medidas de prevención en los sistemas de transporte colectivo, aeropuertos, centrales de autobuses y aprovecharlos como nodos de monitoreo de contagios.

14. Establecer mayores medidas de prevención y control en los mercados que de antemano se sabe que seguirán siendo concurridos y aprovecharlos como nodos de monitoreo de contagios.

  

Administración y control basado en evidencia

Gobernar los esfuerzos de control local exclusivamente por los parámetros a controlar.

De nada sirve echarle ganas, gastar grandes presupuestos y reclutar la valentía del pueblo si al final con todas las iniciativas no se mueven hacia una mejoría los números de infectados y defunciones, es decir, de nada servirán los medios si no impactan a los parámetros finales.

Todas las medidas anteriormente mencionadas deberán monitorearse solamente con 4 parámetros numéricos evitando así el “masomeneador”:

  • Reducción del número reproductivo efectivo (Rt) (a cuántos infecta cada infectado)
  • Reducción de la tasa de mortandad (cuántos mueren del total de infectados)
  • Aumento de cumplimiento de medidas de prevención en zonas de alto riesgo
  • Reducción de la falta de capacidad requerida

En general son prácticamente sólo estos 4 parámetros los que gobiernan la agresividad y la eficacia de las acciones para pelear contra la epidemia.

Cualquier iniciativa o análisis que no culmine con un impacto directo o indirecto a esos 4 números no tendrá un impacto significativo en la historia que contaremos sobre la cantidad de contagiados, la mortandad y la duración de la pandemia.

Integrando los diagramas mostrados anteriormente concluimos que: (1) Alejar y separar del “incendio” al “combustible” (gente) y (2) delimitar “incendios” (brotes) para evitar que se extiendan, así como (3) separar pacientes con padecimientos leves de los pacientes graves (4) reduce la sobre-carga en hospitales y (5) reduce la mortandad por mejor atención de cuidados intensivos, por lo que (6) el “incendio” (pandemia) se vuelve menos veloz y con menos mortandad.

ciclo 4

Conclusión

Ante una situación tan desconocida y caótica para todos nosotros como la pandemia del COVID-19 es importante monitorear qué tanto estamos controlando o dejando de controlar el fenómeno contra el que peleamos.

Las variables a controlar están claras: 1) qué tan rápido crecen los contagios y 2) cómo avanza la tasa de mortandad.

Cualquier esfuerzo que no pueda responder cómo impacta a esas variables será bien intencionado pero no necesariamente el más efectivo y tangible para la población.

Sirva el presente documento que ensamblamos a partir de las mejores prácticas que pudimos investigar para brindar una perspectiva adicional esperando que sume a quienes estén en posición de estructurar acciones en la lucha contra el COVID-19 para el bien de la sociedad.

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